domingo, 23 de enero de 2011

¿HAY ALGO MÁS FANTÁSTICO QUE LA REALIDAD?

“La política es el arte de impedir
que la gente se meta en lo que le importa”
Paul Valéry
Las elecciones del 28 de junio constituyen la constatación de la distancia entre el pueblo y la política, y la vigencia de un consenso basado en la resignación y en la falta de confianza del movimiento popular para enfrentar a los poderes establecidos y alterar sus pilares fundamentales; los que lo constituyen.
La presencia de candidatos con responsabilidades políticas en más de tres décadas, y en la trágica situación en que se encuentran como mínimo la mitad de los habitantes de la provincia, recuerda el cuento del ladrón que recién cometido el atraco sale gritando “ladrón”, mostrándose ante el circunstancial transeúnte, como que el lo persigue, encubriendo de esta manera que es el verdadero delincuente.
De la misma forma se ofrece el elenco de candidatos del establishment ante la opinión pública, el viejo y rancio contenido presentado en frasco nuevo.
Así resulta que el ex jefe de gendarmería y funcionario de la dictadura militar Jorge Oscar Folloni, y el otro pollo del mismo huevo procesista, Ricardo Gómez Diez, son la garantía del pleno funcionamiento de la república y de la lucha contra el autoritarismo; Wayar y Yarade conspicuos funcionarios del gobierno de Juan Carlos Romero, responsable del saqueo de nuestra provincia y sus habitantes, profetizan por todos los medios a su disposición que ahora sí van a resolver los problemas que aquejan a nuestros ciudadanos mientras que antes no sólo no lo hicieron sino que lo provocaron. Estos candidatos no ameritan un análisis profundo, un simple ejercicio de memoria resultaría suficiente.
Un párrafo aparte merece el otro candidato que esta en las marquesinas de la política local, Alfredo Olmedo.
OPA PELIGROSO
Especie de minguito tinguitella sin gracia, con serias dificultades para articular una vocal con una consonante, condición que lo une a Macri y a otros empresarios devenidos en políticos, no nos merecería ningún comentario, si no fuera por importantes razones de orden económicas; político-ideológicas y programáticas.
A diferencia de lo que muchos creen o intuyen Alfredito aparentemente no es dueño de ninguna empresa o emprendimiento económico, no se conoce ningún apoyo público de su padre, el dueño del emporio, ni de ningún otro sojero o empresario, o cámara empresarial importante de la provincia.
Llama la atención, que con un discurso en donde se instala como “la reserva moral” de la provincia, se propone terminar con la droga, reinstaurar el servicio militar obligatorio, profesa un respeto incondicional a la familia, ofreciéndose como un nuevo cruzado contra la homosexualidad y el matrimonio gay, vindicador del trabajo infantil, etc., la iglesia católica (tan afín a muchos de estos planteos) no lo haya salido a apoyar. Vale la pena preguntarse, si ni cámara empresarial o agropecuaria alguna, ni la mismísima iglesia salen en su apoyo, si uno tiene la íntima convicción que no le da la cabeza y que seguramente hace todo lo contrario de lo que propone.(Una digresión: un simple ejercicio de preguntar y repreguntar serviría para este fin, por ejemplo, saber si hizo la colimba o no, si tiene alguna hipótesis de conflicto con algún país, y si solo la quiere para “educar” o llamar al “orden” a los jóvenes, si considera que los milicos están preparados pedagógicamente para dicha tarea, en el caso del rechazo al divorcio y su defensa de la familia, saber si es monógamo, bígamo, o trígamo, en el caso de la droga, si avanzaría en un proceso de radarización de las fronteras argentinas, cómo detendría los aproximadamente 80.000kg de cocaína anuales que pasan por Salta, si aceptaría que los candidatos a diputados nacionales se sometan a una rinoscopia incluido él,etc.) ¿Quién esta detrás de este personaje y su revolución amarilla?
En primer lugar hay que señalar que el discurso político de Olmedo es a Salta lo que Abelardo Patti es a la provincia de de Bs. As, es decir de derecha fundamentalista; en el caso local lo podemos ubicar a la derecha de Folloni y de Gómez Diez, disputando esa franja de votantes tradicionalmente del partido renovador de Salta, combinado con la penetración en sectores juveniles a los que representa un lenguaje económico, mas bien pobre, producto de la escasa educación, el lenguaje de mensaje de texto, el bombardeo de las cabezas juveniles por Internet y la televisión , a esto hay que sumarle un sentido común reaccionario en amplias capas de la población que reproducen la lógica de las clases dominantes, este combo perverso para que el muchacho en cuestión se ubique en un 13 o 15 %,es decir en una tercera fuerza. Bien sabemos que la presencia del cupo femenino no le permitirían ser electo diputado nacional, pero lo convertirían en el gran elector del año 2011.
Es decir que en estas elecciones estamos en presencia de una repetición de aquella jugada de Eduardo Duhalde, que produjo la externa abierta en donde compitieron Menem, Kirchner y Rodríguez Saá, que en Salta la repitió Romero sacando por fuera del PJ a Urtubey, para que compita con Wayar polarizando las elecciones entre ellos. Hoy si alguien tenía duda de que el gran titiritero del gobierno y el poder en Salta es Juan Carlos Romero, la presencia de su elenco ministerial en el gobierno de Urtubey es una muestra irrefutable, a él también hay que facturarle esta jugada de Olmedo candidato, que no por maniquea deja de ser brillante.
El costo político a pagar es nulo, si saca el dos por ciento, toda la culpa se la cargan al candidato (aristas negativas se le pueden encontrar todas), pero como tercera fuerza es el futuro vicegobernador de la provincia, porque tanto Urtubey como Yarade por un lado o Wayar por el otro se van a disputar su apoyo para llegar a la gobernación. Se lo imaginan a Alfredito de senador a presidente de la cámara de senadores, y Romero con sonrisa gardeliana, mirando por sobre el hombro, mofándose de todos y todas. Este escenario político es absolutamente posible y en el 2011, el lector atento se encontrará reflexionando, no sobre las virtudes anticipatorios de este autor, sino sobre aquel viejo adagio popular que nos recuerda que “no hay nada mas fantástico que la realidad”.  

10-6-2009

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