martes, 14 de julio de 2015

EL PENSAMIENTO MÁGICO; TSIPRAS, FRANCISCO, SCIOLI.

En los estudios sobre los Reyes Taumaturgos, Marc Bloch (uno de los dos iniciadores de la denominada escuela historiográfica francesa de los Annales) nos llamaba la atención sobre la práctica de siglos de la imposición de manos por parte de los reyes para la cura del escrófulas.
La creencia se prolongó durante cientos de años en Francia e Inglaterra. Ya estaba presente en el siglo XI y no desapareció hasta comienzos del siglo XIX. Nadie tenía razones para dudar de ella. Simplemente así era como funcionaban las cosas del mundo: los reyes poseían la facultad de curar escrófulas, una infección que afecta los ganglios linfáticos y a la que se conocía como “el mal del rey”. El rey tocaba al enfermo, hacía la señal de la cruz, y el enfermo se curaba. Este don no pertenecía a un rey en particular, sino a cualquiera que accedía al trono.
No curaban nada, pero era una creencia generalizada de que sí lo hacían, había certeza de que se producía un verdadero milagro; y Bloch sentenciaba, para que exista un milagro solo es necesario que haya alguien que crea, el milagro no necesita demostrar nada.

El milagro Tsipras

Un pequeño país de ciento treinta mil kilómetros cuadrados y once millones de habitantes debe trescientos cincuenta mil millones de euros. Al decir de algún abogado, sin costas ni intereses. Esa inmensa masa de dinero fue destinada a gastos militares, pago de intereses previos, gastos superfluos, aunque manteniendo el status quo de una economía inviable. Tanto como la española, la portuguesa, la irlandesa, y por qué no la italiana. ¿Cuál es una economía viable? Si se consulta un diccionario capitalista, Respuesta: la alemana. ¿Quién va a someter a todos esos países? Respuesta: Alemania.
Quizás no pueda invadir Grecia como hace setenta años. Quizás no pueda seducir a los líderes fascistas, ¡oh! ¡Qué casualidad! de Italia, Portugal y España.  Pero seguro los va a someter al yugo del capitalismo alemán. Solo Grecia se le enfrentó hace setenta años y a los nazis no les fue muy bien. Vienen por la revancha. Tsipras va a tener que firmar  lo que le exijan.  Pero ni soñar con que abandone el Euro y ni soñar con esos partisanos orgullosos que humillaron tantas veces a las bestias germanas. El Partido Comunista se opone y quizás sea la última reserva de dignidad del pueblo griego.
Un país que sólo vive del turismo, cuyo sistema agroalimentario es arcaico, obsoleto, casi sin industrias, y con un sistema educativo fracasado. Pero ¡cuidado! No es muy diferente a las otras tres naciones. En lo fundamental tampoco son viables en términos capitalistas.
La capitulación de Tsipras hizo que los principales políticos argentinos respiren aliviados. El euro se fortalecerá respecto al dólar, las commodities no se abaratarán en términos de dólar, y nuestra codiciada soja no empeorará su actual cotización.
La economía global ¡ya sabemos! está globalizada. Sería bueno que cuando se analice seriamente la deuda externa argentina recordemos estos episodios de la tragedia griega porque cuando el “presidente electo” comience a negociar con los buitres nos pasarán cosas muy parecidas. 

El milagro Francisco

 En la propaganda como en la teología los hechos no tienen importancia, el viaje de Francisco por Sudamérica generó una gran avalancha de oportunismo y de claudicación intelectual, cuando los conflictos se desarrollan en el terreno secular, “algunos” pretenden teologizar la política, construyendo un verdadero placebo ideológico, con el Papa como estandarte.
Los dichos del Papa principalmente en el encuentro con los movimientos sociales en Santa Cruz, ha llenado de optimismo a muchos que en la palabra del “santo padre” encuentran la confirmación de que estamos viviendo un verdadero “cambio de época”, como si el “sumo pontífice” representara a una obra de caridad y no estuviera al frente del estado vaticano asociado a mucho de los negocios “del capitalismo de época”, como los financieros(lavado de dinero) , la venta de armas, el juego, etc. Aunque él iniciara una cruzada personal contra esos “males” no es la expresión de un cesaropapismo que pudiera enfrentar en el terreno espiritual y político los problemas que a la humanidad les ofrece un sistema decadente y parasitario.

El milagro Scioli

El pragmatismo político de muchos los ha llevado a un oportunismo sin memoria y sin esperanzas, instalados en un presente perpetuo, aspiran a cualquier costo a un lugarcito en los altares (para seguir en clave religiosa) del Frente para la Victoria.
Producto de la imposición de manos de Cristina a favor de Scioli,( empoderar es testar a favor de); como si el origen de la soberanía emanara de ellas, el actual gobernador de Bs As se encarna en la personificación del llamado “proyecto”, es decir si el candidato es el proyecto, entonces el proyecto es Scioli.
Vale la pena afirmar aquí, que no hay una subestimación del pensamiento mágico, la religión, los mitos, leyendas, etc., es clara la conciencia de que lo irracional sólo es irracional cuando algún contexto histórico (que en términos contemporáneos es ante todo político, social, cultural, religioso, filosófico) lo acredita como tal, en caso contrario aún lo más improbable se naturaliza, lo que se cuestiona, es que al capitalismo no se lo combate con sus armas melladas (Guevara)
Termino por el principio, Bloch había nacido en 1886. Peleó en la Primera Guerra Mundial, obtuvo el grado de capitán y una cruz de guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando ya era un reconocido historiador de 53 años, decidió enrolarse de nuevo para participar de la resistencia francesa contra la ocupación nazi. En junio de 1944 murió en el paredón de fusilamiento por orden de la Gestapo, ahí no hubo milagro, pero estuvo en el lugar que el sentido del momento histórico le reclamaba, contra el capitalismo burgués totalitario, tal vez esa sea su mayor lección, como la del Partido Comunista Griego: ser comunista es colocarse en un lugar incómodo, muchas veces minoritario, llevando nuestros razonamientos hasta el extremo, tumbando cualquier mitología que beneficie a la élite dominante.
                                       LEONARDO JUAREZ