lunes, 25 de noviembre de 2013

Sobre los cambios en el gabinete nacional y la propuesta de los comunistas

Por Leonardo Juárez
Ahora resulta que somos todos keynesianos, como si Keynes fuera una verdadera tabla de salvación, se nos presenta a este aristócrata británico libertino (no confundir con libertario), bon vivant que tiene en su foja de servicios el haber contribuido no a salvar al hambreado pueblo inglés, sino a salvar los bancos y las grandes empresas durante un periodo corto de toma de ganancias que los economistas burgueses llaman La Gran Crisis. Hay que decir que el capitalismo no salió de la profunda crisis del crack del 29 hasta bien entrada la segunda guerra mundial; y hoy en una traslación extemporánea el peronismo parece elegirlo como un verdadero salvador. Ahora resulta que las recetas que generaron la Junta Nacional de Granos, la Junta Nacional de Carnes, y el Banco Central durante la década infame son nuevas y modernas. Los organismos mencionados solo sirvieron para salvar a la burguesía imponiendo precios sostenes a los granos y a la carne  que los pagaba el consumidor y el Banco Central que históricamente solo sirvió para enriquecer a la banca privada. (Tal era precisamente la esencia del tratado Roca- Runciman, firmado en 1933 por la misión Roca. Merced al mismo los ganaderos de Buenos Aires conservaban el mercado británico, pero en cambio otorgaban toda clase de preferencias a Inglaterra. Al mismo tiempo que aceptaba la sumisión al imperialismo ingles, la burguesía terrateniente argentina  iniciaba una política de “nacionalismo económico”. Esta aparente contradicción se originaba en una misma y única causa, que era la necesidad de conservar las ganancias y rentas del capitalismo argentino en las condiciones de la desintegración del comercio mundial).[1]
Así las cosas ahora resulta que ser keynesiano es “menos malo” porque  ser keynesiano es permitir las intervenciones estatales en los negocios capitalistas, pues aunque sea una tautología, es bueno aclarar que interviene para que los capitalistas ganen más y no para que el pueblo este mejor, o sea menos explotado. Junto al peronismo "que todo lo puede" aparecen en esta tarea  algunos autotitulados “marxistas modernos”; los creadores del capitalismo no tan malo. El gobierno esta buscando un rumbo Eliminando antiguos rencores con el Fondo Monetario, el CIADI, los Fondos Buitres y la banca internacional quizás consiga otro salvavidas de plomo para mantener las reservas de Banco Central. Pero ¿Quién se llevó las reservas al exterior? ¿ los trabajadores?, ¿los desposeídos?, ¿los marginados?, ¿o los que el nuevo Keynes quiere salvar?. Este nuevo Keynes ¿para quién trabaja? Lo más probable es que, al igual que el admirado inglés, para  el gran capital y las testas coronadas, “qué modernos”.
Los buenos neokeynesianos ¿contemplan en su programa la posibilidad de reestatizar el sistema portuario argentino? ¿Qué la nación tenga soberanía absoluta sobre esos puertos? ¿es muy antiguo pensar que la flota mercante nacional transporte la producción nacional?¿es muy antiguo nacionalizar el sistema ferroviario para acceder a esos puertos? ¿E ir por todo el sistema energético? ¿Considerarán que sin nacionalización del comercio de granos y de carnes, no hay posibilidad de seguridad alimentaria ni de desarrollo nacional? ¿Nacionalizaremos alguna vez el crédito?
El que va a dirigir el Banco Central es el mismo que hasta hace unos días dirigió el Nación y muy probablemente lo invisibilizó para siempre, como premio ahora va al Central. Sin reforma financiera no hay independencia económica.
¿Hay que tener alguna expectativa en un gobierno que en diez años de crecimiento a tasas chinas no investigó la deuda externa, la pagó, y ahora van a pactar con el FMI, LOS FONDOS BUITRES y volver al CIADI?
Qué lejos quedó la reforma impositiva y el control del comercio exterior; cómo lo iba a hacer Moreno, ¿con qué conocimiento, con qué autoridad?; Moreno se peleaba con Clarín en una “lucha a muerte”, no murió ni Moreno ni Clarín y la épica de la ley de medios ya quedo antigua.
¿Cómo no lanzó la épica de la reforma tributaria, la épica del control del comercio exterior?, pero no, el gobierno va a terminar el 2015 con el apoyo del FMI.
¿Cómo es posible que después de 10 años la presidenta tome nota de que necesitamos un sistema ferroviario de carga (claro que no dice si privado o público)? ¿Cómo es posible que en 10 años no se habló de la necesidad de investigar todo el sistema portuario argentino y recuperarlo para el patrimonio nacional? ¿Cómo es posible que destinándole el 6% del PBI, la educación sea de baja calidad?, ¿En qué se gasta? ¿Cómo?, ¿Cómo llegamos a esta situación? ¿Cómo es posible que la mayoría del sistema de salud en la argentina, al que nunca se le destino mayor porcentaje del PBI que ahora, para los mas humildes sea espantoso, y siga  en manos de sindicalistas mafiosos y empresarios privados también mafiosos? ¿Cómo es posible que después de 10 años de gobierno, no se haya evaluado el pacto de Olivos y la reforma constitucional de 1994? ¿Cómo es posible el tratamiento que se hace sobre los recursos naturales, mineros etc.?, y podríamos seguir, pero la respuesta es porque el gobierno lo hizo posible, y no se podía esperar otra cosa de un gobierno que es capitalista, que se define capitalista y que no se apoya en la organización de los trabajadores.  
En este sentido ¿cuál es el camino que puede recorrer el capitalismo en la Argentina?
Y el gobierno nacional transitará en un primer momento por: a) una devaluación del 10 al 15%, b) la suba de tarifas como consecuencia de bajar subsidios, c) la baja de salarios y jubilaciones en términos reales, y d) el ajuste sobre los programas sociales. En ese proceso político aprovechará para de instalar como presidenciable a un hombre de aceitadas relaciones con la embajada norteamericana y de inconfundible mollera vaticana como Capitanich.
Por otra parte los comunistas nos debemos parar ante este escenario con una propuesta que plantee fuertemente:
1) Subir los impuestos a los grupos más concentrados de la economía y que más se beneficiaron con el “modelo” a saber a) las cerealeras, b) los bancos, c) el gran capital agropecuario, d) los supermercados internacionales.
2) No pagar la deuda externa, hasta lograr refinanciación razonable sobre el capital no ilícito.
3) Control absoluto del comercio internacional de comodities argentinos, a) agropecuarios, b) mineros.
4) Control absoluto del modelo energético.
Para esto es imprescindible superar la vacancia que existe en Argentina de una fuerza político y social con un carácter de izquierda, antiimperialista y socialista, que ponga en consideración ante el pueblo argentino las premisas programáticas mínimas, pero fundamentales que aquí se señalan y tenga la capacidad de desarrollar un nuevo bloque histórico que, con centralidad en la clase obrera, sea capaz de articular a los pobres del campo y la ciudad, y que en consecuencia pueda resolver los problemas principales del país en beneficio de los sectores populares.            

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[1]Milciades Peña, Historia del Pueblo Argentino, pag 458 y 460 , ed emecé 2012