domingo, 11 de octubre de 2015

LA DILMIFICACION DE LA ARGENTINA

                                        Nunca hay viento favorable para el que no sabe hacia dónde va (Séneca)

La Dilmificación  está instalada en Brasil y tendrá, a no dudarlo, su expresión en Argentina, cualquiera sea el resultado electoral.
“Con comodities  a precios internacionales altos somos de izquierda,  pero si bajan los mercados, aplicamos ajustes al pueblo.” Así se podría resumir el derrotero de los llamados gobiernos progresistas.
Argentina y Brasil dependen del valor internacional de las materias primas y sus “burguesías nacionales”  son débiles a pesar que la de San Pablo es la conductora en Sudamérica.
Sin embargo ya no queda espacio para el desarrollo de políticas reformistas y no será el parlamento del Mercosur el que les ponga límites a los “burgueses nacionales” de neta vocación globalizante.
Las cerealeras  globalizadas  dominan la producción de alimentos, sus precios y distribución.
La generación de tecnología  agroalimentaria y su aplicación está en manos del gran capital dominando con el hambre a continentes  enteros.
Jamás en el MERCOSUR  se cuestionó  el rol de las multinacionales agroalimentarias .Siempre los reformistas se esconden detrás de consignas verdes y/o pachamamistas sin pretender cuestionar el sistema.
El Papa como un gran oportunista se ofrece  como vanguardia ecológica “para salvar al planeta”, los gobiernos “progresistas “aceptan su conducción. Las izquierdas  reformistas y verdes también. En el proceso electoral argentino, todos los candidatos, se autotitulan "Los amigos de Bergoglio". Su hipótesis de máxima es lograr un frente único con la Iglesia.
 Los partidos de la burguesía  no explicitan claramente  el programa económico que van desarrollar si accedieran al gobierno. El ejemplo más claro es el silencio acerca de cómo se financiará el Estado en los próximos años. Todos, de alguna manera, prometen rebajas impositivas y una merma en las retenciones por derecho de exportación a los productos primarios.
Debido a la baja del precio internacional de los granos, un aumento de producción, no alcanzaría para contrarrestar el efecto de una baja en las retenciones. Esta baja, beneficiaría al modelo agroexportador. Eufemísticamente, los candidatos  empiezan por confesar que concurrirán a tomar crédito al mercado mundial de capitales. De esta manera generarán deuda externa que harán  pagar a todo el pueblo argentino. Con dólares de financiación internacional quieren   hacer más rentable la producción de commodities. Cuarenta millones pagarán las cuentas, setenta y seis mil productores se benefician. Curiosidades de la democracia burguesa.

Este modelo, será aplicado sin duda por cualquiera de los tres presidenciables que priman en las encuestas, porqué lo que está a la orden del día en América Latina, es un cambio en las cotizaciones de sus productos de exportación y no un cambio de época.