domingo, 23 de enero de 2011

EL LENGUAJE POLITICO

Cuando lo escuche a Urtubey hablar de igualdad, a Biolcatti de distribución de la riqueza y Obama de paz , desconfíe.
Quiero empezar insistiendo que la idea de neutralidad en política (imparcialidad) es necesariamente una ilusión; la misma es imposible ya que dadas las estructuras de las sociedades contemporáneas, cualquier verdad simple y directa sobre las instituciones y los sucesos políticos está condenada a tener consecuencias políticas y en perjudicar a algún grupo de intereses.
Esto viene a cuenta de cómo actúan los sectores dominantes que plantean un paradigma que asume que el orden social significa la ausencia de conflicto social, en la forma de rebelión y confrontación y la aceptación de la normativa lograda por un proceso de consenso  o de dominación total.  Esta es la idea que subyace en la vuelta a un país normal (ej Buzzi dixit), está claro que la normalidad hace alusión a que lo dejen saquear y dominar el país, la provincia, el mundo, a gusto y placeré.
Lo concreto es que las clases dominantes utilizan un lenguaje doble, uno hacia el interior de su propia clase que es directo, literal, descarnado; y otro el más interesante para mi gusto hacia el exterior de la misma, que aparece como alegato a la opinión pública, en este en general se ve la reacción acostumbrada de toda clase dominante que siente amenazados su prestigio y sus privilegios; necesita para camuflarse, confundir su suerte con la de la ciudad, la de la  nación, o el mundo, y su interés particular con el interés público, en este caso los ejemplos abundan: “el campo somos todos”, “EEUU Guerrea en defensa de sus propios intereses pero son presentadas ante la opinión pública como cruzadas por la paz y en defensa de la humanidad”.
Lo que afirmo aquí es que no existe nada en el universo político que sea atemporal y ahistórico y que por lo tanto haya que considerarlo  natural y  con derecho a reclamar una regularidad que dé idea de “normalidad”; al contrario ,las relaciones de clases son políticas en cuanto suponen dominación y subordinación, lucha y reacomodamiento, son políticas fundamentalmente porque las relaciones de producción se presentan en su aspecto político, el aspecto en que son realmente discutidas : como relaciones de dominación, como derechos de propiedad, como poder para organizar y gobernar la producción y la apropiación.
En este sentido los sectores populares que se comen el discurso de los poderosos, no son ni neutrales ni objetivos, o están confundidos o son vulgares oportunistas que quieren hacer carrera  política a cualquier precio.
Así que al lector atento, cuando lo escuche a Urtubey hablar de igualdad, a Biolcatti de distribución de la riqueza y Obama de paz , desconfíe. Por otra parte usted ponga el ejemplo que se le ocurra.

22-12-2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario