Entrevista a Leonardo Juárez, Profesor de historia, dirigente nacional del Partido Comunista quien se encuentra a punto de publicar su primer libro que aborda en profundidad la relación de la izquierda y el peronismo a partir de una serie de conversaciones con destacados políticos e intelectuales argentinos como es el caso de Daniel Campione, Patricio Echegaray, Jorge Beinstein y Roberto Perdía.
¿Sorprende el resultado obtenido por la presidenta en las primarias del pasado 14 de agosto?
Ha sido un resultado alto y ha generado sorpresa porque creo que uno de los temas que suele faltar en los análisis políticos es la comprensión práctica y a veces teórica también de cómo opera y cómo se forma el sentido común. La asunción práctica de la idea de que la mayor parte de la sociedad no piensa como piensan los militantes, no piensa como los sectores más politizados. Un ejemplo de esto es que el militante de una determinada idea, no solo de la izquierda, suele comparar la realidad social política y cultural en la que vive con el ideal que sustenta y asumir sus términos favorables y desfavorables a partir de allí. En cambio el sentido común tiende siempre a compararse lo existente con otros momentos sociales existentes. La enorme ventaja del peronismo durante mucho tiempo era representar los momentos en que la clase obrera había estado mejor, eso es traducible a la coyuntura de las elecciones, en donde si el pueblo argentino compara la gestión de Cristina Fernández de Kirchner y Néstor Kirchner con el gobierno de Duhalde, De la Rúa, Menem y Alfonsín le saca infinitos cuerpos de ventaja, esto explica el sentido del voto que acompañó en un altísimo porcentaje a la presidenta y la diferencia con otras fuerzas. El sentido común funciona así generalmente, cuando deja de funcionar así es porque algo muy profundo está convulsionando la sociedad.
Este alto porcentaje obtenido por la presidenta ¿puede convertir al peronismo en un partido de estado?
En general se corre el riesgo de proyectar al peronismo como un partido de estado comparándolo con el PRI mexicano y es comparable solamente en algunos términos, en primer lugar pasa en una sociedad muy distinta con un origen, yo diría, opuesto el antecedente histórico del peronismo hay que ubicarlo en el GOU y el golpe del 43 y los antecedentes históricos del PRI están en Zapata, Pancho Villa, la insurrección, el problema agrario, dos orígenes que están en las antípodas. Perón y el peronismo desearon convertirse en un partido identificado con la nación, pero logró más una identificación vinculada a las clases subalternas, a los trabajadores, a los pobres y por otro lado el PRI efectivamente se constituyó en el partido de la nación toda. Hay que señalar que los procesos de institucionalización también fueron distintos el PRI se institucionaliza de abajo para arriba y el peronismo, como diría Gramsci -como una revolución pasiva- de arriba para abajo.
Por lo tanto más que un partido de estado podríamos caracterizar al peronismo como una fuerza con una gran capacidad de adaptación, que sigue teniendo una vinculación fluida con movimientos sociales pero no para acceder a una movilización controlada desde arriba, que siempre fue el horizonte de la dirigencia máxima de peronismo, sino para lograr construir una legitimidad más próxima al estilo de los partidos tradicionales, de los partido-maquinaria-electoral, de los partido-herramienta-para administrar-el-estado, este es un gran cambio y explica la compleja política de alianzas del gobierno nacional con distintos gobernadores que en muchos casos están en las antípodas de la presidenta pero dentro del peronismo.
¿Qué escenario político se viene después de las primarias?
El resultado electoral ubica una derecha que cuestionaba los paradigmas centrales del gobiernos (recuperación de las afjp, política de derechos humanos, integración latinoamericana) una derecha expresada en Carrió, Duhalde, Alfonsín, que quedó claramente derrotada. Por otro lado quedó en evidencia las limitaciones de los enfoques de centro izquierda y de izquierda que asumieron con mucha fuerza la teoría del fin del ciclo kirchnerista y que desde ese posicionamiento hicieron una oposición sistemática al gobierno, estos espacios sostienen un discurso que suele ser de rechazo global al gobierno, yo diría de resentimiento por sentir que le están robando un programática y una influencia trabajosamente conquistada en algunos sectores, esto se acentúa más cuando no se cuenta con grandes dirigentes o con movimientos de un arraigo realmente profundo en la sociedad.
¿Cuál es el rol de la izquierda y puntualmente del Partido Comunista?
De la lectura del actual escenario político y visualizando que el siguiente periodo se moverá en la lógica de restauración neoliberal o radicalización del rumbo en el sentido que favorezca los intereses de nuestro pueblo y que la victoria de CFK genera condiciones para radicalizar el rumbo, la tarea de la izquierda hay que analizarla en esta dinámica
Entiendo en primer lugar que si bien es cierto la vigencia de la izquierda no puede afirmarse en el área sin riesgo que constituye la descripción de los males del capitalismo, quiero dejar en claro que el rechazo del capitalismo sigue siendo su marca de origen y en esta instancia histórica con mayor razón de ser y por lo tanto con mayor fuerza que nunca. Por supuesto el rechazo militante a las injusticias –la capacidad para decir no y actuar en consecuencia- forma parte fundamental de la esencia misma de la izquierda, de la causa de su aparición en la historia, de los motivos por los cuales la gente adhiere a ella y también de sus propuestas. Los sustentos de esta no pueden sino ser opciones éticas, signadas por la resistencia a la opresión, a la desigualdad, al egoísmo y a una vida sin perspectivas. En el marco de estas Razones hay que pensar en la construcción de la fuerza política que le de sustento, en este sentido los comunistas argentinos hemos avanzado en la construcción de una fuerza plural y unitaria que es el Nuevo Encuentro Popular y Solidario, que está constituido, además de por el Partido Comunista por el EDE (de Martín Sabbatella) el Partido Solidario (de Carlos Héller) y otras fuerzas, desde este espacio hemos apoyado en las primarias y apoyamos para octubre la candidatura de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Esto expresa una inteligencia compleja de parte nuestra que no tiene nada que ver con la cultura de fuerza de apoyo, la cultura de fuerza de apoyo ha sido negativa, ésta estuvo y está asentada sobre la idea de apoyar lo bueno y criticar lo malo, no es esa nuestra política, nuestra política parte de una constatación real, de que lo que está vacante en la argentina no es el espacio opositor o el espacio oficialista sino el espacio de la alternativa y la alternativa como la pensamos los comunistas se construirá sobre la base de un programa que se plantee profundizar el rumbo ampliando el mercado interno, produciendo reformas tributarias, promoviendo la nueva ley de servicios financieros ,modificando la relación con los sectores agroalimentarios donde haya más control estatal, constituyendo una junta nacional de granos, control de comercio exterior de granos etc. Eso permitirá la confluencia de sectores que están en el FPV que es el que hegemoniza el peronismo hoy, pero no necesariamente de todo el peronismo, de sectores de la centro izquierda, sectores de izquierda, sectores independientes y una cantidad de sectores que representen tradiciones políticas históricas de Argentina que vean en una fuerza que sea amplia y profunda la posibilidad de luchar por los cambios que requiere la etapa histórica en este contexto internacional y nacional.
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