Durante el
transcurso de la última década recrudeció la polémica en la conservación y el
manejo de los recursos naturales renovables del Chaco Salteño. Finalmente a
través de la presión ejercida por organismos financieros internacionales (Banco
Mundial) se realizó el programa de ordenamiento territorial (POT) que sería el
puntapié inicial para convertir al Chaco en un “mundo verde y feliz”. Los
tecnócratas que realizaron el proyecto no solo eran de baja idoneidad sino que
algunos de ellos conocieron el Bioma por primera vez. Tanto los gobernadores de
turno (Romero, Urtubey) aceptaron gustosos la ejecución de los proyectos que
venían aceitados con créditos, cargos y subsidios. La burguesía que apetecía
esos bosques, que se convirtieron repentinamente en reservas de la expansión de
la frontera agropecuaria, nunca pensó que esta “moda verde” llegaba hasta a
cuestionar la propiedad privada. La punta de lanza de las ONGs que suplantan el
rol del Estado es Greenpeace (Paz Verde); sino es verde: guerra.
La secundan un sin
número de organizaciones nacionales y transnacionales, ecologistas y
religiosas, que se arrogan el derecho de representar a los criollos y
aborígenes que habitan una parte del territorio. La cuestión aborigen es muy
compleja y no tendrá solución que surja de proyectos internacionales. Las
dirigencias aborígenes actuales, acostumbradas a pactar con gobernadores,
religiosos, y últimamente ONGs, tampoco tienen intenciones de terminar con el
polémico manejo de los recursos. Casi calcando el manejo de los caciques
sindicales peronistas en otras regiones del país negocian, venden y compran
posiciones y posesiones con una habilidad sorprendente. Muchos de ellos
enriqueciéndose. En la provincia, y acercándonos a períodos electorales, Romero acusa a Urtubey que su
familia realiza desmontes ilegales. Urtubey, por su parte, lo acusa no sólo de
desmontar ilegalmente, sino de realizar negocios inmobiliarios. Entre ellos, y
como número tres en el ring, Greenpeace, dirimiendo quién es el más razonable
para los intereses de la multinacional verde. El árbitro va a definir cuáles
tierras se desmontan y cuáles no, demostrando una vez más la ineptitud de las
clases dirigentes argentinas, aún para administrar algo que ya se habían
apropiado durante el siglo XIX. En cualquier momento, para victimizarse,
algunos de los actores aportará algún
cadáver a esta escalada de violencia, consecuentemente, la cotización de las
acciones de Greenpeace en el mundo subirá rápidamente.
Esta es la
cuestión. ¿Qué hacer? SE DEBE PARAR TOTALMENTE LOS DESMONTES SIN PEDIRLE
PERMISO A GREENPEACE NI AL ESTADO PROVINCIAL LACAYO DEL BANCO MUNDIAL.
Esta clase
dirigente no tiene derecho histórico a continuar realizando desmontes. Se debe
detener éste proceso, hasta que un gobierno realmente popular determine cuáles
son las áreas y en favor de qué clase será el usufructo de ese desmonte. No es
con categorizaciones ni recategorizaciones que PRETENDEN delimitar las áreas
que se deben habilitar para ser aprovechadas con nuevas formas de producción. Hasta hoy el POT
es una cueva de corruptos y coimeros en el anterior y en éste gobierno. ¡Se acabó!: no hay desmontes para nadie.
Todos se van a oponer: Greenpeace, porque no tiene a quién extorsionar; los Caciques, porque se van a quedar con una
limosna MÁS pequeña; el Estado Provincial porque ya no recibirá la dádiva del Banco
Mundial; y los tecnócratas, gestionadores de coimas, porque ya no harán sus INÚTILES planes de Impacto Ambiental.
NADIE DEL SISTEMA VA A APOYAR ÉSTA CONSIGNA. PERO PAREN
LOS DESMONTES DEFINITIVAMENTE YA¡¡. TODOS¡¡.
Los organismos
provinciales han demostrado su incapacidad de realizar las funciones de control,
monitoreo y represión de las grandes empresas, por lo tanto la Corte Suprema de
la Nación se deberá hacer cargo e indicar como custodiar estos Recursos Naturales.
Este no es el momento histórico para
continuar avanzando con la frontera agropecuaria, porque ese avance no trae
beneficios para los pobladores. Sólo sirven a los intereses de la
clase dominante.
Leonardo Juarez , Grupo Vavilov, Partido Comunista-Salta
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